05 mayo 2021

Rechazo?

 Rechazo, RECHAZO, rechazo, ReChAzO, REChazo, recHazo

 Rechazo, RECHAZO, rechazo, ReChAzO, REChazo, recHazo.

Rechazo, RECHAZO, rechazo, ReChAzO, REChazo, recHazo.

Rechazo, RECHAZO, rechazo, ReChAzO, REChazo, recHazo.




Etc......... Etc....... Etc.......


Repetido hasta el infinito, por años. Muchos.



Como un martillo pilón golpeando mi cuerpo, mi mente, mi corazón. Lo inundaba todo como una marea, como una crecida, como una riada, como un cubo que se desborda bajo un grifo que no vigilas. Y yo me ahogaba, boqueaba como un pez en el suelo, zarpeada de mi pecera por un gato (cazador a veces, jugando inconsciente la mayoría).

Palabras dichas, no dichas, miradas o gestos ajenos que por presencia o ausencia me rompían en mil pedazos. Pedazos tan pequeños que por años no me supe reconstruir.

Y esa sensación de rechazo aún continuaba.

Hasta que un día me vi a mi misma convertida en una sombra, en un ser deambulante sin alma viviendo la vida sin sentido y sin fuerza para ponerle fin. Vi la vida que me esperaba.


Me asusté. Mucho. Y ese miedo fue el detonante.

Decidí apostar por la vida, por mi misma. Me escogí.

Y poco a poco fui juntando las piezas del jarrón, encontrando la manera de re-armarme y re-amarme por trozos, despacio, poco a poco. Me tomó años también, muchos más de los que tardé en romperme.

Por ello he dado por mucho tiempo gracias a personas, lugares, seres, situaciones,... Gracias a esas miradas amables, a la paciencia, el deseo, el cariño, el amor y el respeto ajenos. Gracias también a las sacudidas profundas que desmontaron lo mal colocado. Me prestasteis vuestra cinta adhesiva y con ella junté trozos grandes y pequeños y tomó forma mi estructura de nuevo. Y sigo estando muy agradecida.

Pero...

El agradecimiento mas grande que puedo encontrar ahora es para... mi misma. Gracias, Gracias, Gracias.

Tú/Yo fuimos quien puso el pegamento que rellenó esas grietas y volvió a dar solidez a la estructura. Tú/Yo hemos alimentado ese fuego de amor propio (casi extinto) hasta encontrar la dosis justa para convertir-lo en una llama eterna que calienta e ilumina sin arrasar a su alrededor (todo un arte). Tú/Yo hemos buceado profundo y con valentía para rescatar a esa niña de lo profundo del lago y sacarla, secarla, abrazarla, y darle su lugar. Tú/Yo nos hemos sacado las gafas del miedo y visto que a nuestro alrededor todos los seres están igual, más o menos rotos, más o menos pegados, cada cual con su proceso.

Y finalmente Tú/Yo nos hemos dado cuenta que ese rechazo es y siempre ha sido falso, solo una percepción. Que era solo el reflejo del sol en cristales rotos cegándonos los ojos. Reflejo en pedazos de heridas ajenas y propias. En realidad y en definitiva me permití romperme a mi misma al igual que yo misma he sido quien se ha reconstruido.

Ahora lo veo. Ahora me veo. Ahora puedo hacer visera con mi mano y mirar alrededor para verte, veros.

Bueno, eso es lo que creo ahora, quizás aún estoy poniendo pegamento a algunas esquirlas. Quizás aún me deslumbre cuando no me atiendo o me olvido de ponerme una gorra... Si puedo, antes de terminar esta vida termino este escrito y os lo cuento. Y a veremos...

Te quiero, me quiero, os quiero, nos quiero. Gracias.


 Dana Lluna
Publicado en Facebook el 5/05/2021


No hay comentarios:

Publicar un comentario